miércoles, 29 de diciembre de 2010

Mi Ritual II

... Primera parte y continuación en el libro de Sensueye...próximamente a la venta!!
Foto de Passione Uomo
Me apartas el pelo suavemente y lo dejas perder entre tus dedos. Me acerco con ganas a tus labios, los beso muy despacio, tus manos se empiezan a encontrar con mi espalda para atraerme hacia a ti. Nos besamos durante mucho tiempo, perdiendo nuestras lenguas en un pozo lleno de luz, dándolas tiempo para conocerse y compartir algo más que palabras. Yo pierdo mis manos por debajo de tu camiseta, y empiezo a acariciar tu cuerpo desconocido, te atraigo hacia mí para sentir mi pecho sobre tu torso. Con timidez bajas las manos y me acaricias el culo sin soltar tus labios de los míos. Subo tu camiseta poco a poco para poder apreciar tu torso, pectorales no muy definidos, piel muy suave y sin vello…Tú imitas mis movimientos y me desprendes de mi jersey y me quedo con un sujetador blanco, al que miras con atención antes de bajar inmediatamente tu boca para besarme los pechos. Me excita mucho que todo lo hagas lentamente, muy despacio y que provoques el aumento de mi deseo y mi placer…Tus manos rastrean todo mi cuerpo, desabrochan mi sujetador y acaricias mis pezones con un poco más de fuerza. Me vuelves a besar, levantas mi cuerpo y en brazos me llevas a tu habitación. La música sale desde allí y está llena de velas. Nuestros cuerpos se tumban juntos sobre tu cama y enlazan nuestras piernas para disfrutar del pequeño instante en que nuestros torsos están solos, desnudos. Deslizo tu pantalón por tus piernas y me excita al ver que no llevas ropa interior y que ante mis ojos aparece tu pene, largo, con un tamaño perfecto y totalmente depilado. Tú me desabrochas el pantalón, me quitas las botas y los calcetines con mucha delicadeza y lames mis pies que se vuelven calientes al sentir tu fuego en ellos. Estoy muy excitada pero me dejo llevar e intentar controlar mi deseo.
Continúa leyendo en el libro de Sensueye... próximamente a la venta!!

martes, 28 de diciembre de 2010

Mi Ritual

Cada mañana el ritual diario es siempre el mismo: mis ojos cerrados  luchan por abrirse al alterarse con un horrible sonido de despertador después de un anoche luchando por soñar algo tranquilizante y por controlar mi cuerpo que no deja de moverse y enredarse en las sábanas frías que esperan tu calor. Se abren cuando reciben el golpe del agua fría, se maquillan y observan como la piel de su cuerpo aparece y desaparece en pocos minutos para taparse con prendas de vestir.
Caminan como sonámbulos directos a la cocina, abren la nevera buscando zumo de piña, seleccionan dos galletas sin azúcar y controlan el reloj; tenemos cinco minutos escasos para desayunar. Rápidamente mis ojos se observan delante del espejo para colocar mis cabellos desperdigados y bailar al son del cepillo de dientes.  
Bufanda, abrigo, guantes, boina, bolso, llaves…ya llego tarde. En el ascensor enciendo mi Ipod, hoy escucho Muse, el perfecto sonido de sus guitarras y su voz, me despierta, al instante y ya llego al andén con las pilas cargadas para el que supongo va a ser un día largo y duro en el trabajo.
Cada mañana el ritual diario es siempre el mismo: allí estás, esperando el tren como cada mañana. Tu negro pelo corto, tus facciones marcadas, tu piel tostada por el sol que seguramente sólo se muestra ante las montañas donde debes hacer deporte, tu plumas negro y tu inseparable bolsa. Me miras, sonríes y yo me pierdo entre los recuerdos del concierto de Muse disimulada e indeferente a tus miradas por saber que hoy, como cada día, no pasarás de más allá. Me siento al lado de la ventana para contemplar el sol nada más salir de la estación, tu a mi lado esperas. Saco de mi bolso mi cuaderno y empiezo a escribir. Escribo sobre la vida, sobre mis sentimientos, sobre erotismo, sobre mis amantes…sobre mi mente cuando vuela diariamente contigo. Tu disimuladamente lees mis historias, yo dejo que las leas escondiendo que me doy cuenta y esperando que algún día salga de tu misteriosa voz un comentario.
Hoy es diferente, hoy te siento nervioso, inquietante, como un niño deseoso de contestar a la pregunta de un concurso, saber la respuesta y esperar el premio. Te acercas… y noto que tu mano se aloja en mi pierna, yo impasible no separo mis ojos que están clavados en mi bolígrafo que no para de danzar de izquierda a derecha sobre una pista blanca que se ilumina con palabras poco a poco. Mientras el tren continúa su destino, siento por un momento que el concierto ha parado para sentir tus labios acercándose a mi mejilla muy lentamente. Sorprendida y ante la duda de si debo detenerte, noto perpleja que tus labios cambian de dirección hacia la parte trasera de mi oreja y se detienen en mi cuello para olerme. A pesar de que cualquier mujer se sentiría ofendida ante tal provocación, yo te miro y por primera vez me introduzco en unos ojos negros llenos de misterio y de secretos, y mis ojos se clavan en tus gruesos labios, que sonríen y sin enterarme se aproximan a mis labios y me besan con un dulce beso, como si fuera el primero en despertarme de una pesadilla y hacerme ver que todo lo que escribo nada tiene que ver con lo que tus besos expresan.
Tomas mi cuaderno y mi bolígrafo, con la mano izquierda coges mi mano, enlazas tus grandes dedos entre los míos sintiendo el calor de la palma, y con la otra escribes algo que me ocultas y cierras nada más terminar. En silencio me hablas con tu mirada y me dices que me espere a leerlo hasta que te bajes del tren que ya llega a tu parada. Sin dejar de estar entrelazados, yo coloco uno de mis cascos en tu oreja para que compartas mi música contigo y nos preguntemos juntos si nosotros algún día encontraremos a nuestra musa…cierro los ojos y lamento cuando tu mano se desprende de mi piel y tu cuerpo se levanta para irse…no quiero verte ir, me quedo en el concierto soñando.
Al momento de moverse de nuevo el tren, abro mi cuaderno: “Llevo mucho tiempo preguntándome quién eres y soñando con compartir contigo más que unas palabras escritas. Hasta hoy no me he dado cuenta de que vuelo a tu lado cada noche que leo tu blog. Ahora sólo espero conocer a la mujer que se esconde detrás de Sensueye”

domingo, 26 de diciembre de 2010

Sobran las palabras

Hay ocasiones que sin palabras se puede llegar lejos.
Hay ocasiones que sin decir realmente nada, y solo escuchando una melodia erótica, con imagenes sin igual, decimos más de lo que podriamos verbalizar.

Fascinante.
Gracias a: Tiziana Robaldo (Facebook)

jueves, 23 de diciembre de 2010

La Tentación

Fuimos novios, amigos, amantes, y luego tu decidiste que de nuevo, amigos.
Hace años que nos conocemos y en todos nuestros encuentros te digo que no te quiero perder. Tú, cada vez que nos vemos, me besas, me sientes y más tarde desapareces durante un tiempo estipulado, que yo como amiga siempre he respetado.
Aquella noche que le fuiste infiel, me susurrabas que no me querías volver a ver. Te sientes mal por un deseo incontrolable, me suplicas que no te llame, que no puedes evitar excitarte cuando me sientes cerca.
De vez en cuando hablamos por teléfono, yo resumo mi vida y tú desvías las preguntas que te hago de tu novia. Te digo que quiero verte, te prometo ser buena, te ofrezco sólo una taza de café…pero tú siempre me dices que no debes caer en la tentación y que yo soy la más grande de ellas.
Voy a un centro comercial a comprar un regalo y allí estás tú. Con tu ropa pija, con tu pelo rapado, tu barba de pocos días y tu fuerte cuerpo obtenido por días en el gimnasio.
Después de muchos meses, nos alegramos de vernos. Tú me abrazas y como es habitual me llamas “Cuerpo”, y yo como es habitual, te beso en el cuello. En menos de diez minutos decidimos ir a la cafetería a tomar ese café pendiente que te pedía. Hablamos de nuestros respectivos trabajos, de los amigos en común, de la familia y de nosotros. Me preguntas cómo estoy, y yo te digo que feliz, que me encuentro bien, que hago lo que siento, sabiendo por qué lo siento y sintiéndome bien por ello aunque esta sociedad lleve la contraria. Que intento salir de una lucha interna por lo moral e inmoral, por darme cuenta de las ganas que tengo de vivir y disfrutar… Te quedas pensativo…en tu ojos va apareciendo esa mirada traviesa que tanto conozco…ya te he convencido y sólo ha pasado una hora.
Te acercas a mis labios, que te están esperando y los besas muy suavemente, muy despacio, para sentir el sabor que durante tantas veces te ha acompañado. Me susurras que te han entrado muchas ganas de regalarme un conjunto de ropa interior, así que nos dirigimos al departamento de lencería. Jugamos seleccionando varios sujetadores y opinamos cual me sentará mejor. Cuando la dependienta está despistada aprovechamos para introducirnos en el probador.

Foto de Passione Uomo

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lunes, 20 de diciembre de 2010

Para ti

Empiezo a jugar con mi clítoris, que se hace grande, crece, y como un niño consentido me pide más y yo obediente le ofrezco movimientos rápidos cuando noto que me estoy estimulando mucho…así que me paro para seguir escribiendo y controlar mi excitación....puuff…me gusta.
Mi lengua inconscientemente moja de vez en cuando mis labios y no paro de suspirar, de imaginar y cada vez aprieto mi mano contra mi coño con más fuerza, con más deseo...
Estoy muy excitada, he cogido mi vibrador, cerraré los ojos pensando que es tu polla, la que juega conmigo, la que me da golpes contra mi coño, la que lo vuelve loco...
Unto mi juguete con lubricante, me excita mis dedos mojados recorriendo mi gran falo de silicona, es como si estuviera acariciando tu polla, de arriba abajo y de abajo arriba, e inmediatamente ya me imagina que es eso lo que te haría ahora mismo con mi lengua.
Mientras escribo he puesto mi vibrador entre mi coño y el frio del lubricante me está volviendo todavía más cachonda...me relajo...voy a disfrutar...



Contínua leyendo en el libro de Sensueye...
próximamente a la venta!!

sábado, 18 de diciembre de 2010

Taxi Out

Primera parte en el libro de Sensueye... próximamente a la venta!!

Sigo tan excitada que parece que tu dedo continúa dentro de mí…
Entramos en el ascensor el cual es sólo testigo de nuestras lenguas que se atraen y luchan por alcanzar el fondo de nuestras bocas, recordando aquellos besos inocentes y adolescentes que hace quince años nos dimos; besos que se han vuelto valientes, fuertes y maduros. Tus manos se pierden entre mi cabello, sujetando mi cara, mirándome con un deseo inexplicable, como si uno de tus deseos se estuviera haciendo realidad.
Me llevas de la mano hasta la puerta de tu casa que en cuanto se cierra hace que nuestros cuerpos se unan como dos piezas perfectamente diseñadas que ruedan por la pared y las manos se mueven con mucha rapidez intentando tocar lo antes posible cada rincón de nuestros cuerpos.
Me susurras al oído que nunca has tenido tantas ganas de sentir a alguien, que nadie te excita tanto, y mi fogosidad crece tanto que te digo muy segura que nadie te va a follar como yo.
Los abrigos caen simultáneamente al suelo, tus manos frías se sitúan en mi cintura subiendo lentamente mi camiseta y tus ojos se clavan en mis pechos que sobresalen del sujetador. Me quitas el sujetador suavemente, noto como el tirante se desliza por mi hombro con la yema de tu dedo. Me dices que quieres verme despacio, observarme y no perder ni un momento de tu vista el cuerpo que siempre has deseado ver desnudo. Yo te beso, acariciando tus labios con la punta de mi lengua, recorriendo tu boca cerrada que se abre para suspirar. Cuando ves mis grandes pechos sobre mi fino cuerpo, mis pezones grandes, con una areola perfecta, duros, maduros…te vuelves loco y me apoyas contra la pared, subiéndome hasta tu cintura que rodeo con mis largas piernas, hundes tu cara entre mis pechos, y tu lengua los recorre, absorbiendo mis pezones, mordiendo mis tetas y apretando tus manos en ellas. Te quito la camiseta rápidamente y aprieto contra mí tu torso que es tan delgado que abarco con mis brazos y siento que se funde con el mío.
Foto de Passione Uomo
Se crea una pelea entre nosotros, jugamos a no darnos lo que queremos. Intentas besarme y yo aparto mi boca. Nos agarramos fuerte, haciéndonos daño, se inicia un deseo descontrolado, una lucha con movimientos duros, firmes. Nos despojamos de la ropa por el pasillo, arrancándola y desechándola con indiferencia. Tú me empujas hacia el sofá, te quedas de pie, mirándome…observando mis piernas abiertas, enseñándote mi rincón para que te puedas esconder…mis pechos firmes, esperándote en una postura más que provocativa. Tu boca se dirige directamente a mi vagina, tu lengua recorre mis labios sin vello, se centran en mi clítoris y cuando no me lo espero me introduces fuertemente dos dedos. Grito de dolor y los mueves lentamente dentro de mí, levantando tu cara para mirarme con esos ojos perturbados. Yo me aturdo, y tiro de tu pelo hacia atrás, me incorporo y araño tu espalda con una gata en celo, deslizando mis brazos hasta alcanzar tu culo que aprieto y azoto.
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martes, 14 de diciembre de 2010

¿Jugamos?

Te quiero follar.
Llevo tiempo imaginándome como seria follar contigo, ese es el único inconveniente que tiene el ciber-sexo, que cuando es bueno te planteas como sería sin que haya de por medio una cámara web que nos separa y nos obliga a clavar la vista en una pequeña pantalla dónde se pierde nuestra imaginación.
Llego a casa después de trabajar, enciendo el ordenador, el Messenger y me voy despojando de mi ropa para meterme en la ducha.
Mis pies descalzos sobre el suelo frío cambian de dirección cuando en la pantalla de mi portátil se enciende una luz naranja:
-       Hola zorra
-       Hola cabronazo
-       ¿Qué haces?
-       Pues me pillas desnuda, que me iba a la ducha
Inmediatamente recibo una videollamada. Botón aceptar para iniciar su cámara web.
Aceptar.

Apareces sentado en tu habitación, con cara cansada y el pelo alborotado. Yo me muestro totalmente desnuda ante ti. Cojo mi portátil y bajo la cámara web por mi cuerpo para que lo veas cerca.
Tardas muy poco en escribir.
-       Tengo tantas ganas de follarte que me dejaría hasta la piel de mi polla dentro de ti
-       Pues ya puedes empezar, fóllame
Silencio.
-       Imagínate que estoy ahí contigo, y que tu mano que empieza a tocar tu sexo son mis dedos…

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domingo, 12 de diciembre de 2010

Rechazada

Cualquier mujer se siente mal cuando es rechazada, pero es que a mí nunca me había pasado…soy joven, sexy, alta, delgada, me encanta el sexo y huelo a él.
Llevamos más de dos meses hablando de cómo sería nuestra noche de sexo y cuando llega el momento tú te tomas la libertad en decirme que no te apetece.
Después de sentirme mal por un instante, mi orgullo se desnuda, se pone un conjunto de raso azul, con un sujetador que levanta mis grandes pechos, un tanga muy pequeño y con un liguero que sujeta mis medias negras. Me maquillo, echo perfume por todo mi cuerpo, me calzo unos zapatos de tacón alto y a pesar de las bajas temperaturas de invierno, me pongo simplemente un abrigo para ir directamente hacia tu casa.
Llamo al timbre con mucha decisión, abres la puerta y al verme sorprendido yo te empujo hacia dentro y cierro la puerta con un golpe. Dejo caer mi abrigo para que observes mi cuerpo y me abalanzo sobre tu boca. Te sujeto la cara con fuerza, con rabia se pierde mi lengua entre la tuya que se abre con deseo y frustración.
Mi furia se va convirtiendo en un gran apetito por follarte, mi excitación crece por la situación inesperada de por fin tener tu polla en mi boca. Te doy la vuelta y te pongo de cara a la pared sujetando tus brazos en alto. No pones resistencia cuando pierdo mi mano en tu pantalón y cojo tu pene que está erecto, grande y duro. Aprieto tus huevos e introduzco mi lengua en tu oreja que recorre rápidamente todo tu cuello. Te quito la camiseta y tu delgado torso tiembla haciéndote suspirar de placer. 

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sábado, 11 de diciembre de 2010

Cita a ciegas

...
Nuestras miradas se encuentran en el espejo y mi lengua se desliza inconscientemente por mis labios. Tus manos siguen recorriendo mis nalgas perdiéndose entre las tiras de mi tanga. Me apartas suavemente el pelo hacia un lado y deslizas tu lengua por el lóbulo de mi oreja y por mi cuello. Te sitúas justo detrás de mí desapareciendo del espejo y subes mi vestido hasta la cintura. Tu cuerpo baja lentamente sin dejar de observar mis curvas y empujas mi tanga el cual baja rápidamente deslizándose entre mis medias de cristal. Lo apartas con la mano y me das la vuelta, me miras desde mis talones altos, con tus manos recorriendo el camino hasta mi coño que se hace largo e intenso. Yo suspiro porque el tiempo transcurre muy despacio y mi excitación se vuelve ansiosa.
Tus dedos se pierden entre mis ingles, y rozan mi clítoris. Tu boca se acerca pausadamente con tus ojos clavados en mí. Tu dedo se introduce en mi coño y tu lengua explora mis labios, mi ano, mi pubis, mi clítoris. El silencio inmenso que nos rodea se rompe por mis gemidos. Agarras fuertemente mi cintura y te pierdes en mi coño. Sólo veo tu pelo maduro y experimentado entre mis piernas y siento tu boca abriéndose y mostrando tu lengua que se introduce en mi vagina, saliendo de ella, absorbiendo mis labios, anhelado mi clítoris y deseando mi sexo.
Mis gemidos aumentan cuando tu mano aprieta fuertemente mi culo mientras la otra se pierde entre mis nalgas para penetrar tu dedo muy suavemente y muy poco en mi ano. Tu lengua en mi coño, tu respiración en mi clítoris y tu dedo en mi ano…no puedo evitar gritar de placer mientras me corro viendo tu cara entre mis piernas…
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Te estoy esperando

Esta noche tenemos una cita, hace mucho que no nos vemos pero sabemos perfectamente para que nos vamos a ver.
No hay compromisos, no hay inconvenientes, no hay unión…hay una confianza extrema, una comunicación que sobrepasa a nuestras parejas, un instante nuestro dónde nuestros poros son imanes que de vez en cuando necesitan juntarse para que explote todo lo que llevamos dentro.
Estoy en mi pequeño apartamento, enfriando una buena botella de vino, y empiezo con la transformación que toda mujer tiene que hacer antes de estar con un hombre. Lleno mi bañera, de agua caliente, llena de espuma y me pongo música que me tranquilice porque sé que en pocas horas me volveré loca.
Me introduzco en el agua, cogiendo la espuma entre mis manos y llevándola sobre mi pecho para acariciarme. Cojo una cuchilla para depilarme, empiezo por mi tobillo que recorre suavemente apartando la espuma de mis piernas y se detiene en las rodillas…sigue paseando por mis muslos para detenerse en mis ingles. Pienso que son las yemas de tus dedos así que no puede dejar de excitarme la sensación de pensar que la cuchilla juega entre mis ingles, mis labios y mi pubis y que muy suavemente aparta mi vello para que luego te escondas en él.
Después de una buena ducha, la leche corporal, celosa hace el mismo recorrido por mi cuerpo. Me dejo el pelo húmedo para que se seque solo  y se quede alborotado. Me maquillo, algo suave para que no aprecies que quiero llamar tu atención y rocío unas pequeñas gotas de perfume sobre mi cuello.
La más difícil elección es saber qué conjunto de ropa interior me pongo. Elijo un tanga negro transparente, dónde se aprecia mi pubis totalmente depilado y su sujetador negro que realza mi pecho. Encima simplemente un vaquero ajustado y una camiseta de tirantes negra, con escote. Te espero descalza.
Te estoy esperando…
Continúa leyendo en el libro de Sensueye... próximamente a la venta!!