domingo, 27 de febrero de 2011

Infiel

Sé que me tienes miedo, sé que soy mucha mujer para ti.
Sé que me deseas y no me lo quieres decir.
Sé que sueñas conmigo y con mi sexo.
Sé que te masturbas pensando en mí, pensando que tu mano es la mía, pensando que sientes mi respiración sobre tu polla, que cierras los ojos y me ves desnuda con tu pene escondido en mi boca o apretando mi cintura mientras me follas por detrás.
Sé que sabes que no me negaría a nada, que sería tuya toda la noche, que alcanzarías conmigo el mayor placer que hayas tenido.
Sé que sabes que puedes tenerme pero te haces el arrogante.
Sé que cuando me ves no quieres que juegue contigo por miedo a perder.
Sé que a escondidas lees mis vuelos y te crees el piloto de cada texto.
Sé que mis palabras escritas te hacen soñar, que mis palabras oídas a través de un teléfono te hacen sentir y que mis palabras susurradas en tu oído, rozando tu piel, te hacen desear.


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próximamente a la venta!!



miércoles, 16 de febrero de 2011

EL LOBO (Parte 2)


Primera parte en el libro de Sensueye...
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A pesar de que me he corrido sigues empujándome, me levantas y me llevas al sofá. Me tumbas sin sacar tu polla dentro de mí y empiezas otra vez a follarme… esta vez como un lobo que acaba de alcanzar su recompensa, su hembra… lobo hambriento, loco… lobo que me folla de tal manera que hace que tenga otro orgasmo y sale deprisa, me muestra su enorme pene y desprende su semen sobre mis pechos.

….

Te diriges al baño durante un tiempo que se hace eterno. Sales desnudo, aún con el pene erecto y tus ojos tristes que no paran de mirarme.
Yo, tumbada en el sofá, desnuda, observando tus movimientos.
Empiezas a vestirte, sin quitar tu mirada. Te acercas, me llenas los ojos de tristeza, me besas muy despacio y caminas hacia la puerta…. te vas… de nuevo sales de mi vida.
Voy al baño y el cristal está escrito con mi pintalabios rojo:

¿Huyo o muero a tu lado?

Huiste… y te llevaste mi alma contigo…
Huiste tan deprisa como un lobo… como un animal…

domingo, 13 de febrero de 2011

EL LOBO (Parte 1)

Nos rodeamos todos los días de muchas personas y de pocas que sean especiales. Cuando conozco a alguien de mi raza, especial, me quedo a su vera y le hago un hueco en mi corazón.
Siempre he pensado que los amigos se cuentan con los dedos de una mano, las personas especiales no se cuentan, se cuidan entre sí.
Soy diferente, soy especial. A mí o me quieren, o me aman o me idolatran porque nunca han tenido una amiga, o una amante o una novia como yo… o a mí me odian, me juzgan o me ignoran por miedo a lo desconocido.
Me atrae lo difícil, lo raro, lo atípico, lo distinto… me atraes tú.

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martes, 8 de febrero de 2011

LLUEVE



Me encierro en mi pequeño apartamento, despojando mi ropa sobre la cama, liberándome del disfraz que me ahoga. Voy descalza para sentir el frío suelo, enciendo varias velas para iluminar mi baño y pongo música relajante. Entro en la ducha no sola desnuda de piel, sino también de mente. Dejo caer el agua ardiente en mi cabeza, con las manos apoyadas en la pared, detenida ante el único momento relajado del día y mis ojos cerrados descansando.
Las gotas chocan y se rompen cuando llegan a la orilla de mi cabello, rompiéndose en largos ríos que bajan por mis hombros y se deslizan con su caudal por todo mi cuerpo. Mi boca abierta respira, desconecta, descansa.
Después de varios minutos bajo la lluvia, entrego champú sobre mi pelo. Masajeo la cabeza perdiendo mis dedos hasta desaparecer entre mi melena, creando un mar de algas que huelen a albaricoque. Recojo con actitud el pelo y lo enredo hasta dejarlo recogido.
Exagero la esponja de mi gel olor a vainilla y canela. Aromatizo mis manos, subo por los brazos y profundizo en las axilas.
Prendo mis manos de gel que unto en mis pechos, acariciándolos, tapándolos con la espuma. Masajeo mis tetas, con los ojos cerrados. Las aprieto, deslizo las yemas de mis dedos por mis pezones que se contraen y se empiezan a excitar.
Cojo de nuevo la esponja y la deslizo por mi cintura. Mi ombligo, piscina de sueños que se llena rápidamente y entrega su agua a mi pubis, observa como un pez dentro del mar.
Inclino mi cuerpo para alcanzar y deslizar la esponja por mis piernas. El agua y la espuma se resbalan con facilidad por mi suave piel. Llego a mis pies cansados de vivir en tacones altos; pies agradecidos que se acoplan entre la esponja y el jabón para calmarse.
Hecho en mi mano el jabón íntimo. Unto el jabón con mi mano entre mis labios vaginales, perdiendo mis dedos entre mi coño. Alargo la mano para llegar hasta mis nalgas. Inconscientemente aprieto las piernas mientras mi mano se pierde entre mi culo y mi muñeca aprieta fuertemente mi vagina.
Me excito… mientras, sigue lloviendo.

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