Primera parte en el libro de Sensueye...
próximamente a la venta!!
Un contrato que no hemos firmado ni siquiera tratado porque no era necesario: nada de sentimientos, nada de amor, nada de dudas… sólo sexo… Pero yo me equivoqué, es algo más… hay risas, hay cariño, hay amistad… y me he enganchado a ti, a tu forma de tocarme, de besarme, de acariciarme, de mirarme… de ver cómo tu cara se transforma en llama, cómo tus ojos me desean y cómo tu delgado cuerpo se acopla a mi entrepierna.
Un amanecer, un atardecer, un postre, una noche…demasiados tés pero no suficientes…y ahora siento que me quedan muy pocos segundos para estar contigo, que volverás a ser bueno.
Entro en tu casa con la sensación de que será la última vez que compartiré tu mirada, con la seguridad de que mañana volverás con esa princesa que te ha robado el corazón, con la incertidumbre de la confusión que he creado en mi interior por sentirme feliz por compartir contigo unos segundos más y por sentirme triste por terminar con nuestra especial amistad.
Actúas indiferente a mis sentimientos, perfecto en tu papel de amante, ajeno al sexo mientras me haces reír y comportándote cómo si llevara tiempo en tu vida…yo me siento extraña al relajarme entre los cojines de tu sofá, atenta a tu sonrisa, en busca de tus labios para hacer tu boca callar.
Te hago callar: me abalanzo a tus labios que empiezan a jugar. Me sonríen, se apartan y se vuelven a acercar…me haces de rabiar. Mi mano se aposenta en tu nuca, deslizándose por tu pelo rapado, empujándote hasta chocar contra mi boca, abrirla y meter mi lengua hasta el fondo, hasta que se enreda con la tuya y se quedan allí durante un buen rato compartiendo algo más que saliva.
Contínua leyendo en el libro de Sensueye...
próximamente a la venta!!
