miércoles, 6 de junio de 2012

Déjame

El agua cae sobre mis cabellos, aplastando mi corta melena contra mi piel, como si los mechones se quisieran enredar en mi cuello y ahogarme con ellos, intentando respirar con la cabeza agachada, los ojos cerrados que lloran lágrimas de un agua que no sale de mis ojos, mi boca medio abierta para poder respirar, mis manos apoyadas contra la pared de esta ducha acristalada y transparente, un cristal ya opaco con el vapor que he creado al estar minutos sin moverme pensando en ti, pensando que un día más no cumpliste tu palabra, que esa prometida llamada en la que ansiaba escuchar tu voz, no llegaba… un cristal que oculta mi cuerpo tímido y asustado que no entiende por qué no me quieres así, desnuda… totalmente desnuda, de la única forma que he querido entregarte mi cuerpo… triste por pensar que esta semana sólo tendré las caricias de las gotas que ahora se deslizan por mi piel y que nunca tendré las de tus labios…

No lo puedo soportar, no me puedo soportar, no puedo aguantar este deseo, saber que estás a kilómetros de mí, que no hay mar que nos separe, que si quieres puedo verte, puedo abrazarte, puedo sonreírte, puedo hablarte, puedo escucharte, puedo acariciarte, sentirte, besarte, lamerte, susurrarte, comerte, follarte… puedo hacerte volar…
Pero tu no quieres volar conmigo, constantemente me rechazas, aunque lo desees, aunque sueñes con ello… tienes miedo…



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próximamente a la venta!!

viernes, 18 de mayo de 2012

Panther


Primera parte en el libro de Sensueye...
próximamente a la venta!!

Nos besamos por primera vez escondidos a las afueras del local, como niños deseosos de tener su premio, con un deseo y unas ganas que hacen que inmediatamente estamos excitados, tu polla se pone erecta en un segundo, marcando su forma en tu pantalón… me excito muchísimo a notar su tamaño, a ver lo dura que te la he puesto, al sentirla y poder rozarla por encima de esa fina tela, y tenerla así en mi poder mientras no paro de besarte y de desear que esta noche nunca acabe.
Una noche llena de besos, de paseos interminables que acaban con nuestros cuerpos empotrados en los coches y en las paredes mientras nuestras lenguas se enredan ansiosamente, mientras nuestras manos se pierden vergonzosamente, y mientras nuestras palabras susurran deseos con miedo, deseos que tal vez nunca se produzcan… locos deseos.


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