Primera parte en el libro de Sensueye... próximamente a la venta!!
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Entre el tiempo que lleva tomarnos dos mojitos cada una, nuestras miradas se cruzan, las sonrisas se clavan y los comentarios son provocados con nuestros bailes sugerentes. Decidimos irnos a otro bar y sentimos que vuestras miradas caminan viéndonos salir entre la multitud. Entramos en un nuevo pub, nos pedimos dos mojitos y en el momento que íbamos a pagar una voz masculina detrás de mi oreja susurra que pida otros dos. Nos damos la vuelta, estáis sonriendo e inconscientemente vuestras miradas seleccionan quién de nosotras es la elegida para cada uno. Entablamos una conversación atípica que nos hace sentirnos a gusto; no hay preguntas de dónde somos, a qué nos dedicamos, qué edades tenemos… Los dos como expertas águilas que saben atrapar a sus presas, habláis de música, de cine, nos acompañáis bailando y hacéis buenas bromas para provocarnos risas dónde abrimos exageradamente nuestras bocas y actuamos provocativas… No somos jóvenes, todos tenemos experiencia y es agradable encontrar a personas que juegan a lo mismo que tú. El alcohol hace que la confianza empiece a presentarse, a darse a conocer y que nuestras miradas, nuestras manos se pierdan entre los cuatro, se contradigan en la elección y se dejen llevar. Los labios se acercan a los lóbulos disimuladamente mientras las manos fuertes de los hombres aprietan nuestras cinturas y nos atraen como imanes recién estrenados.
Entre el tiempo que lleva tomarnos dos mojitos cada una, nuestras miradas se cruzan, las sonrisas se clavan y los comentarios son provocados con nuestros bailes sugerentes. Decidimos irnos a otro bar y sentimos que vuestras miradas caminan viéndonos salir entre la multitud. Entramos en un nuevo pub, nos pedimos dos mojitos y en el momento que íbamos a pagar una voz masculina detrás de mi oreja susurra que pida otros dos. Nos damos la vuelta, estáis sonriendo e inconscientemente vuestras miradas seleccionan quién de nosotras es la elegida para cada uno. Entablamos una conversación atípica que nos hace sentirnos a gusto; no hay preguntas de dónde somos, a qué nos dedicamos, qué edades tenemos… Los dos como expertas águilas que saben atrapar a sus presas, habláis de música, de cine, nos acompañáis bailando y hacéis buenas bromas para provocarnos risas dónde abrimos exageradamente nuestras bocas y actuamos provocativas… No somos jóvenes, todos tenemos experiencia y es agradable encontrar a personas que juegan a lo mismo que tú. El alcohol hace que la confianza empiece a presentarse, a darse a conocer y que nuestras miradas, nuestras manos se pierdan entre los cuatro, se contradigan en la elección y se dejen llevar. Los labios se acercan a los lóbulos disimuladamente mientras las manos fuertes de los hombres aprietan nuestras cinturas y nos atraen como imanes recién estrenados.
Foto de Passione Uomo |
Continúa leyendo en el libro de Sensueye... próximamente a la venta!!
Como siempre, me haces volar!!!!!
ResponderEliminarFelicidades!!!!
Me encanta cómo la mujer domina la situación, se adapta y disfruta, dejándose llevar por el instinto. Quizá, demasiada perfección en los cuerpos descritos; pero, la narración, excitante.
ResponderEliminarHat
Como siempre la ecuación perfecta.
ResponderEliminarDisfrutar operando con los números hasta conseguir el resultado deseado.
¿Y a mí que estas cosas nunca me pasan? ¿Será porque no salgo por los sitios correctos?
ResponderEliminarVoy a tener que cambiar de sitios... ¿me recomiendas alguno?
Uno Cualquiera
PD: Que conste que te has guardado celosamente lo mejor del relato... ¿no?