martes, 28 de diciembre de 2010

Mi Ritual

Cada mañana el ritual diario es siempre el mismo: mis ojos cerrados  luchan por abrirse al alterarse con un horrible sonido de despertador después de un anoche luchando por soñar algo tranquilizante y por controlar mi cuerpo que no deja de moverse y enredarse en las sábanas frías que esperan tu calor. Se abren cuando reciben el golpe del agua fría, se maquillan y observan como la piel de su cuerpo aparece y desaparece en pocos minutos para taparse con prendas de vestir.
Caminan como sonámbulos directos a la cocina, abren la nevera buscando zumo de piña, seleccionan dos galletas sin azúcar y controlan el reloj; tenemos cinco minutos escasos para desayunar. Rápidamente mis ojos se observan delante del espejo para colocar mis cabellos desperdigados y bailar al son del cepillo de dientes.  
Bufanda, abrigo, guantes, boina, bolso, llaves…ya llego tarde. En el ascensor enciendo mi Ipod, hoy escucho Muse, el perfecto sonido de sus guitarras y su voz, me despierta, al instante y ya llego al andén con las pilas cargadas para el que supongo va a ser un día largo y duro en el trabajo.
Cada mañana el ritual diario es siempre el mismo: allí estás, esperando el tren como cada mañana. Tu negro pelo corto, tus facciones marcadas, tu piel tostada por el sol que seguramente sólo se muestra ante las montañas donde debes hacer deporte, tu plumas negro y tu inseparable bolsa. Me miras, sonríes y yo me pierdo entre los recuerdos del concierto de Muse disimulada e indeferente a tus miradas por saber que hoy, como cada día, no pasarás de más allá. Me siento al lado de la ventana para contemplar el sol nada más salir de la estación, tu a mi lado esperas. Saco de mi bolso mi cuaderno y empiezo a escribir. Escribo sobre la vida, sobre mis sentimientos, sobre erotismo, sobre mis amantes…sobre mi mente cuando vuela diariamente contigo. Tu disimuladamente lees mis historias, yo dejo que las leas escondiendo que me doy cuenta y esperando que algún día salga de tu misteriosa voz un comentario.
Hoy es diferente, hoy te siento nervioso, inquietante, como un niño deseoso de contestar a la pregunta de un concurso, saber la respuesta y esperar el premio. Te acercas… y noto que tu mano se aloja en mi pierna, yo impasible no separo mis ojos que están clavados en mi bolígrafo que no para de danzar de izquierda a derecha sobre una pista blanca que se ilumina con palabras poco a poco. Mientras el tren continúa su destino, siento por un momento que el concierto ha parado para sentir tus labios acercándose a mi mejilla muy lentamente. Sorprendida y ante la duda de si debo detenerte, noto perpleja que tus labios cambian de dirección hacia la parte trasera de mi oreja y se detienen en mi cuello para olerme. A pesar de que cualquier mujer se sentiría ofendida ante tal provocación, yo te miro y por primera vez me introduzco en unos ojos negros llenos de misterio y de secretos, y mis ojos se clavan en tus gruesos labios, que sonríen y sin enterarme se aproximan a mis labios y me besan con un dulce beso, como si fuera el primero en despertarme de una pesadilla y hacerme ver que todo lo que escribo nada tiene que ver con lo que tus besos expresan.
Tomas mi cuaderno y mi bolígrafo, con la mano izquierda coges mi mano, enlazas tus grandes dedos entre los míos sintiendo el calor de la palma, y con la otra escribes algo que me ocultas y cierras nada más terminar. En silencio me hablas con tu mirada y me dices que me espere a leerlo hasta que te bajes del tren que ya llega a tu parada. Sin dejar de estar entrelazados, yo coloco uno de mis cascos en tu oreja para que compartas mi música contigo y nos preguntemos juntos si nosotros algún día encontraremos a nuestra musa…cierro los ojos y lamento cuando tu mano se desprende de mi piel y tu cuerpo se levanta para irse…no quiero verte ir, me quedo en el concierto soñando.
Al momento de moverse de nuevo el tren, abro mi cuaderno: “Llevo mucho tiempo preguntándome quién eres y soñando con compartir contigo más que unas palabras escritas. Hasta hoy no me he dado cuenta de que vuelo a tu lado cada noche que leo tu blog. Ahora sólo espero conocer a la mujer que se esconde detrás de Sensueye”

3 comentarios:

  1. Autobiográfico?... Tú, de ti?
    Dulce forma de narrar un sentimiento.
    H

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  2. Fantástico...
    Hay veces que me sorprendes por tu forma de expresar, por lo que motiva el sexo, algo que no deja de ser algo "frivolo", pero detras de tus palabras hay una interiorización profunda hacia una mágia interior dificil de plasmar así como así.
    Tú lo consigues...
    Arjun

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  3. Hace tiempo que tengo que volver a ir en metro... ¿quedamos en alguna estación?

    "Tirso de Molina, Sol
    Gran Vía, Tribunal...
    ¿Dónde queda tu oficina
    para irte a buscar?"

    (J. Sabina)

    Uno Cualquiera

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